Las volumetrías también son resultado de la búsqueda de elementos pasivos de la arquitectura bioclimática y sostenible, como son la perfecta orientación respecto al sol, que en invierno penetra en el interior calentando la casa, mientras que en verano, cuando los rayos tienen una inclinación mayor, son frenados por la dimensión de los porches, que no permiten su entrada directa, lo que hace que la casa no se caliente y ahorre energía.
Por otra parte, se han diseñado aperturas de huecos en posiciones estratégicas que permiten una ventilación cruzada que refresca y regenera el aire interior, disminuyendo la utilización del aire acondicionado en los meses calurosos y aprovechando al máximo la luz natural, disminuyendo el consumo de luz artificial. Además, estos huecos permiten disfrutar de vistas al exterior desde cualquier ángulo de la casa.
El programa de necesidades de la vivienda se compone de salón-comedor, cocina, 2 dormitorios y un baño/aseo en planta baja, y 1 dormitorio principal en planta piso, que cuenta además con zona de vestidor, baño incorporado, y zona de despacho.
La piscina se ubica frente a la fachada principal de la vivienda, ocupando todo su ancho, siendo de 20 metros de largo, ideal para nadar.
Han sido utilizados materiales de la zona, como la piedra de Santanyí para forrar los volúmenes de la planta baja. Este material incluso penetra en el interior de la sala, donde su pared principal es la continuación de la piedra de Santanyí que atraviesa desde el porche.