Esta nueva realidad aumentará el número de personas en activo que gastarán sus salarios extranjeros en la isla contribuyendo a la economía mallorquina.
La crisis del covid-19 ha traído numerosas consecuencias negativas que ya conocemos, pero también existen algunas positivas, como la oportunidad perfecta para implantar el teletrabajo en nuestra cultura laboral.
El trabajo en remoto va a suponer una buena oportunidad para nuestro país y en especial para Mallorca, abriendo la posibilidad de recibir teletrabajadores de países extranjeros que deseen poder disfrutar de las ventajas que ofrece residir todo el año en un lugar privilegiado, manteniendo el sueldo de su país de origen.
En la actualidad, muchos extranjeros tienen su segunda residencia en Mallorca y aprovechan las buenas conexiones aéreas para venir a pasar fines de semana largos. Estas personas podrán alargar sus estancias a medida que sus empresas implanten el teletrabajo, incluso hasta el punto de plantearse su traslado permanente.
En el despacho de arquitectura que dirijo, Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo, el 80% de nuestros clientes son extranjeros y cada vez más personas nos solicitan viviendas para estancias permanentes, en las que incluimos zonas para teletrabajar donde puedan disponer de todo lo que necesitan, a poder ser aisladas, para que las llamadas y videoconferencias no interfieran en en la dinámica del resto de los familiares.
Estoy convencido de que esta situación irá en aumento. Países como Dinamarca, Suecia, Bélgica y Reino Unido están mucho más adelantados que nosotros en materia de teletrabajo. Grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley, que son una referencia para el resto del mundo, lo practican.
Las ventajas de trabajar en remoto desde Mallorca son múltiples, como vivir en una isla cosmopolita, con una comunidad extranjera cada vez mayor, colegios de habla inglesa con alumnos de familias extranjeras, buenas conexiones aéreas para atender reuniones o visitar familiares, un clima ideal para ir a la playa todo el año, hacer deporte al aire libre, o excursiones a la montaña. Esto sin contar su amplia oferta gastronómica y un sistema de salud gratuito.
Los teletrabajadores ahorran diariamente tiempo y dinero en desplazamientos, gasolina, parking, o comer fuera de casa. Por otra parte, las empresas ahorran espacio físico en sus oficinas y las reuniones por videoconferencia se vuelven más efectivas. La gestión de tareas mediante programas informáticos permite un mayor control y análisis, ya que todo queda registrado. Los trabajos ya no serán contabilizados por horas, sino por objetivos. Los teletrabajadores deciden cómo gestionar su tiempo y compatibilizarlo como decidan.
Estas ventajas serán muy valoradas a medida que se instale el trabajo en remoto y beneficiará positivamente a la isla, siendo una oportunidad para los residentes de ofrecer nuevos servicios a una comunidad creciente que gastarán sus salarios extranjeros en España, contribuyendo a la mejora de la economía.
Por ejemplo, podrá aumentar la oferta de coworkings para los teletrabajadores que deseen trabajar fuera de casa, en un entorno creativo y productivo, creando micro-sedes de las empresas de origen y generando un interesante networking con otras empresas locales.